Las Loras nace de la pugna entre placas tectónicas y millones de años de erosión

Científicos del CENIEH publican un estudio pionero sobre este Geoparque de la UNESCO, situado entre Burgos y Palencia, donde desentrañan cómo se desmantelan las montañas, en una competencia titánica entre la tectónica de placas y los procesos de erosión.

¿Cómo se han formado las famosas loras del Geoparque Mundial de la UNESCO Las Loras? ¿Qué procesos han dado forma a este singular paisaje situado entre Burgos y Palencia? Son algunas de las preguntas que un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) ha abordado a través de un exhaustivo estudio que ha logrado reconstruir la competencia titánica entre la tectónica de placas y los procesos de erosión, es decir, entre los procesos internos y los procesos externos de nuestro planeta a lo largo de millones de años.

El estudio, publicado en la revista Cuaternario y Geomorfología, combina cartografía de campo y análisis de datos digitales (imágenes aéreas, datos LiDAR y drones), para identificar una serie de llanuras erosivas relictas formadas por la denudación hace millones de años. “En geología, la denudación es la erosión del relieve que ocurre durante periodos de tiempo tan largos que llega a aplanar y rebajar cualquier relieve, arrasando y desmantelando las montañas, hasta formar llanuras erosivas casi planas, también denominadas superficies de erosión”, explica el primer autor del estudio, Alfonso Benito Calvo, investigador del CENIEH.

En este estudio se han reconocido hasta ocho niveles de superficies de erosión (S1-S8) cuya formación se produjo hace entre 55 millones de años, justo después de la extinción de los dinosaurios, y 3 millones de años, cuando la cuenca del Duero fue abierta al océano Atlántico y los ríos empezaron a vaciarla lenta pero inexorablemente, formando los valles actuales.

Al principio de este periodo, la deriva continental hizo que la península Ibérica chocase con la placa tectónica euroasiática. Este impresionante impacto provocó que las rocas formadas en los antiguos mares mesozoicos se rompieran y plegaran, levantándose poco a poco hasta empezar a formar la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. Lo que antes eran océanos se fueron transformando en montañas. 

Trabajo geológico en el Geoparque de Las Loras/A. Benito Calvo

En cuanto las rocas emergieron y quedaron expuestas a los agentes erosivos externos (intemperie, ríos, glaciares, costas, etc.) comenzó la pugna entre el levantamiento tectónico y los procesos de erosión, el primero empujando las rocas hacia arriba y los segundos tratando de cercenar lo que sobresalía. En esta lucha por el equilibrio, se fueron labrando varias superficies de erosión, talladas en las rocas durante millones de años, que quedaron registradas en lo alto de Las Loras. 

La denudación dio lugar a llanuras creadas en ambientes cálidos y lluviosos como, por ejemplo, los altos de Peña Amaya o de Peña Castro, formados durante el Paleógeno-Eoceno hace unos 55 millones de años; o llanuras generadas en ambientes más fríos y áridos hace entre 12 y 3 millones de años, como los rasos de Sargentes de la Lora o de Úrbel del Castillo, cuando terminó de rellenarse y abrirse la cuenca del Duero al océano Atlántico.  “Los llanos superiores de Peña Amaya, Peña Ulaña, Valdivia, etc., representan estas llanuras relictas, cuyos materiales erosionados se fueron transportando y acumulando hacia la cuenca del Duero, formando las unidades sedimentarias que actualmente vemos en las laderas de los páramos”, comenta Benito Calvo. 

La identificación de estas superficies de erosión ha proporcionado nuevos datos y puntos de interés geológico sobre la evolución cenozoica del paisaje en el Geoparque UNESCO Las Loras, aportando información inédita sobre los ciclos de denudación en este borde meridional de la Cordillera Cantábrica. 

Este proyecto ha sido financiado por la Beca de Investigación 2022-2023 concedida por Galletas Gullón y la Asociación para la Reserva Geológica del Geoparque UNESCO Las Loras.