Las primeras conclusiones de la campaña de excavación de 2025, junto con las prospecciones con georradar y los análisis arqueométricos realizados en el CENIEH, revelan la complejidad urbana, defensiva y tecnológica de la antigua ciudad arévaca y refuerzan su potencial científico y patrimonial.
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) participa en el proyecto arqueológico Klounioq, dirigido por el arqueólogo Luis Valdés, que esta mañana ha presentado en Burgos las primeras conclusiones de la campaña de excavación de 2025 en este yacimiento celtíbero, así como los resultados de las prospecciones con georradar y de los análisis arqueométricos,
La contribución del CENIEH al proyecto se articula a través del Laboratorio de Arqueometría, donde se están llevando a cabo análisis de arcillas, cerámicas y materiales de construcción procedentes de distintas campañas de excavación. Estos trabajos están dirigidos por la geóloga Ana Álvaro, técnica del CENIEH, y se centran en el estudio de la relación entre los recursos naturales del entorno y los procesos de producción cerámica y constructiva durante la Segunda Edad del Hierro
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Los resultados obtenidos indican que tanto las cerámicas de calidad, conocidas como cerámica naranja, como los materiales de construcción en adobe proceden de arcillas locales, aunque presentan procesados diferenciados, lo que evidencia un aprovechamiento especializado de los recursos y un notable conocimiento tecnológico. Destaca, además, la presencia de adobes cocidos a alta temperatura, más resistentes y duraderos que los secados al sol.
Ciudad arévaca
Desde el punto de vista arqueológico, la campaña de 2025 ha permitido avanzar en el conocimiento de la organización urbana y defensiva de Klounioq. Las intervenciones han documentado estructuras de acceso a la ciudad, restos de armamento romano temprano y evidencias de vías y edificaciones, que confirman la relevancia estratégica de la antigua ciudad arévaca en el contexto de la Celtiberia y aportan respaldo arqueológico a los asedios
romanos del 75 y 56 a. C. descritos por las fuentes clásicas.
Las prospecciones con georradar, realizadas sobre una superficie de 6.800 metros cuadrados, han permitido identificar de forma no invasiva una puerta monumental flanqueada por una torre, la continuidad de la muralla y un camino de acceso, ofreciendo una visión global de la configuración urbana del yacimiento sin necesidad de excavaciones extensivas.
Activo desde 2014, el proyecto Klounioq ha permitido delimitar una ciudad celtíbera de 83 hectáreas intramuros, identificar campamentos romanos asociados a los episodios bélicos y datar estructuras defensivas al menos hasta el siglo III a. C. La campaña de 2025 marca el inicio de una nueva fase de excavación sistemática dentro de un proyecto de investigación a largo plazo.
La colaboración del CENIEH en este proyecto se enmarca en su compromiso con el apoyo científico y técnico a la investigación arqueológica, la aplicación de metodologías analíticas avanzadas y la valorización del patrimonio cultural, contribuyendo tanto al avance del conocimiento científico como al desarrollo local y al turismo cultural en la provincia de Burgos.